Nuestro vivero goza del habitual tiempo continental: en el primer mes del año, la temperatura mínima media es de 0,0º, con puntas de hasta -10ºC; en el mes de julio y agosto las temperaturas máximas medias son de 32,2 ºC, si bien no es extraño exceder los 40 ºC.
La precipitación de forma anual es de 447,0 mm y acostumbra haber unos cinco días de nieve de media por año. Estas condiciones climáticas endurecen nuestros árboles, robusteciendo su salud, en tanto que la enorme mayoría se cultivan en el exterior todo el año. Solo protegemos en invierno a varios que no aguantan las heladas y en verano esos que se preocupan el sol fuerte y la sequedad de nuestra zona.
De qué forma cuidar de tu bonsái
Es esencial asumir que el bonsái es un árbol en maceta, cultivado en poquísimo espacio y que al revés que en el medio natural, no puede prolongar sus raíces por hallar los nutrientes y el gua que precisa.
Esta es la función del cuidador y aficionado al planeta del bonsái. Ofrecer al árbol cuánto solicita por ser un ejemplar vigoroso y fuerte.
Golpes de calor
La temperatura incrementa y la humedad ambiental baja. Estas condiciones continúan muchas horas e inclusive a lo largo de todo el día.
La planta evapora mediante el papel mayor proporción de agua y debe poderse rehidratar a través de la absorción de agua por medio de las raíces.
¿De qué forma tejer tu bonsái?
- Es primordial siempre y cuando anclas la primera vuelta a fin de que quede bien fijo el alambre.
- Debes tejer escogiendo bien el espesor del alambre o calibre.
Lo destacado es seleccionar un alambre mucho más fuerte o que ofrezca mayor resistencia a ser doblado que la rama elegida.
- Procurar ir por enfrente de la alambrada, visualizando las conexiones a efectuar sin que se crucen los alambres (si es viable).
- Distancia de las espiras iguales y con un ángulo de 45º, sin apretar el alambre, de manera traje.
- Emparejamiento de las ramas pasando por el leño para fijar el alambre y que este no se mueva.
- Dobla la rama con ámbas manos, sin movimientos bruscos, de a poco.
Mira este vídeo donde te lo cuento.
Riego
No quiere acabar con tierra seca que podría ser poco saludable para su bonsái de arce japonés, con lo que debe regarlo todos y cada uno de los días por la mañana. No obstante, ciertos especialistas en bonsái piensan que el riego, conjuntado con la luz del sol, podría contribuir complementariamente a las quemaduras de las hojas. El agua en las hojas puede marchar como una lente directa que podría acrecentar los efectos de la luz del sol directa. Otros asimismo piensan que los químicos o minerales del agua son la auténtica causa de las quemaduras de las hojas. Las partículas en el agua podrían mantenerse en las hojas y ocasionar reacciones químicas indeseables en el momento en que se dan a conocer al sol.