La primera publicación que hice del viaje a Japón sugirió que EVENTUALMENTE publicaría más fotos y ataría algunos cabos sueltos. Uno de ellos era de este pino negro que me tomó un largo día de alambrado con un ápice desplazado (hay una barra de hierro en ese follaje que no se puede ver muy bien). La segunda toma lo muestra apoyado en su nueva inclinación en el invernadero de exhibición.
Pino negro en el frente original, antes del rediseño. Entre los problemas de este frente se encuentran la falta de buena corteza, la falta de movimiento y una gran herida probablemente por una raíz arrancada. Este árbol tenía más de una yarda de alto, algo menos de cuatro pies, creo.
Pino negro después del peinado, inclinado hacia arriba en su poste, desde el nuevo frente, unos 100 grados a la izquierda.
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